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Terapias de la Psicología Humanista
La psicología humanista se utiliza a menudo junto con terapias como la terapia centrada en la persona, la terapia gestalt y el análisis transaccional. Estas terapias se centran en comprender las experiencias subjetivas del individuo y en ayudarle a desarrollar la autoconciencia. También se centran en ayudar a los individuos a desarrollar un sentido de autoaceptación y una actitud positiva ante la vida.
La terapia centrada en la persona es una forma de terapia psicológica que se centra en la experiencia y el proceso interno del cliente. Se basa en la creencia de que el individuo tiene la capacidad de solucionar sus propios problemas si se le proporciona un entorno seguro y sin juicios para comprender mejor sus propias experiencias. El terapeuta humanista es un facilitador de este proceso interno, ayudando al cliente a comprender sus experiencias, sentimientos y pensamientos. El objetivo de la terapia centrada en la persona es ayudar al cliente a descubrir su propia identidad y a desarrollar su propio potencial.
Esta terapia se centra en el autodescubrimiento, el desarrollo personal y el uso de la autoexploración para ayudar al cliente a lograr un mayor entendimiento de sí mismo. Los terapeutas humanistas creen que los problemas psicológicos pueden ser solucionados por una mayor conciencia de quienes somos y cómo interactuamos con el mundo. Esta terapia también se centra en el fortalecimiento de la confianza en sí mismo y la autoestima. El terapeuta humanista trabaja para ayudar al cliente a reconocer sus fortalezas y debilidades, y proporcionarles herramientas para superar los obstáculos personales. El objetivo es ayudar al cliente a encontrar su propia voz y a hacerse cargo de su vida, para descubrir sus valores y creencias, desarrollar habilidades de autocontrol y aprender a manejar las emociones y los impulsos.
Algunas de las técnicas usadas en la terapia centrada en la persona incluyen el diálogo terapéutico, la reflexión, el encuentro, la visualización, el uso de preguntas, la autodefinición y la exploración de los propios deseos.
Una de las principales técnicas usadas en la Terapia Centrada en la Persona es el diálogo terapéutico. basada en el principio de que las personas pueden mejorar su autoestima, autocomprensión y autoconocimiento a través de un diálogo abierto y honesto con ellas mismas y con los demás. El diálogo terapéutico se basa en el respeto mutuo, la empatía y la escucha activa.
Otra técnica es la reflexión, que invita a los individuos a la reflexión sobre sus experiencias de vida. Esta técnica implica la toma de conciencia de los pensamientos, sentimientos y comportamientos con el fin de comprender mejor el sí mismo.
El encuentro es el proceso que ayuda a los individuos a conectarse con sus sentimientos y pensamientos a través del diálogo con el terapeuta. Esta técnica busca generar una sensación de seguridad y confianza para permitir una mejor comunicación.
La visualización se basa en el uso de imágenes mentales para ayudar a los individuos a relacionarse con sus emociones y sentimientos.
El uso de preguntas abiertas es una forma no invasiva que invita a las personas abrirse a sí mismas para a explorar sus pensamientos y sentimientos.
La autodefinición es una técnica que a explorar las creencias, expectativas y deseos.
La exploración de los propios deseos es una técnica que se usa para ayudar a los pacientes a identificar sus metas y objetivos. Para que las personas tengan una mejor comprensión de sí mismas al explorar sus deseos y objetivos. Así exploran el significado profundo de sus deseos y necesidades, lo que los ayuda a tomar una mejor decisión sobre sus vidas.
La terapia Gestalt es un tipo de terapia humanista desarrollada por Fritz Perls. Originalmente se llamó el "método Gestalt" y luego Perls y sus asociados lo desarrollaron en la terapia Gestalt en las décadas de 1940 y 1950. La teoría detrás de la terapia Gestalt se centra en la comprensión del yo como un ser completo, en lugar de dividirlo en partes o buscar lo que está mal en las piezas individuales. Esto se logra a través de la conciencia de la situación actual, sentimientos, actitudes y pensamientos de los individuos. La terapia Gestalt enfatiza las relaciones interpersonales y se considera una de las primeras psicoterapias en utilizar factores culturales en su enfoque.
Para lograr esta conciencia y comprensión, los terapeutas Gestalt buscan que los clientes logren desarrollar consciencia de sus sentimientos y pensamientos en un momento dado y a asumir la responsabilidad por ellos. En lugar de tratar de cambiarse a sí mismos, pueden prestar atención a lo que están haciendo en ese momento, lo que les ayuda a entender en primer lugar por qué lo están haciendo.
Este tipo de enfoque orientado a la comprensión implica ver la vida como una experiencia continua que cambia cada segundo.
El análisis transaccional, es una técnica para comprender las relaciones e interacciones humanas. Saltó a la fama por primera vez a mediados del siglo XX gracias al trabajo del psiquiatra Eric Berne. Las ideas de Berne se han aplicado en varios campos, incluida la gestión empresarial, la educación y en consejería familiar.
La premisa básica del análisis transaccional es que las personas se componen de tres partes diferentes: el Padre, el Adulto y el Niño. El Padre representa aquellas partes de nosotros que operan más por instinto que por lógica; es la parte que toma el control cuando estamos estresados o asustados. Es responsable de nuestras creencias sobre el bien y el mal, la equidad y la justicia, y debido a que no se puede razonar racionalmente, debe tratarse emocionalmente. El Adulto es la parte de nosotros que opera con lógica y razón; es racional y objetivo y toma decisiones basadas en la experiencia. Por último, el Niño es la parte de nosotros que se aferra a las emociones de la infancia; es impulsivo y tiene escasos niveles de autocontrol. Necesita información tanto del padre como del adulto para actuar correctamente.
La psicología humanista es un enfoque positivo para comprender la condición humana y tratar los problemas de salud mental. Enfatiza la importancia de la autorrealización, el autodesarrollo y el crecimiento personal. También se centra en la comprensión de las experiencias subjetivas del individuo y en ayudarle a desarrollar la autoconciencia y la autoaceptación. Éstos son algunos de los beneficios de la psicología humanista:
Mejora de la salud mental
esta corriente de la psicología se utiliza a menudo para tratar problemas de salud mental, como la depresión, la ansiedad y el estrés. Ello a través de técnicas psicoterapéuticas en que las personas exploran sus sentimientos y emociones para desarrollar un sentido de autoconciencia. Esto puede ayudar a las personas a desarrollar estrategias de afrontamiento más sanas y a mejorar su salud mental con respecto a sus condiciones de vida.
Aumento de la autoestima
Este enfoque psicológico permite que las personas se centren en la comprensión de la experiencia subjetiva que experimentan en du vida, lo que les ayuda a desarrollar un sentido de autoaceptación. Esto permite a los individuos a aumentar su autoestima y sentirse más capacitados para tomar decisiones positivas en la vida.
Mejora de las relaciones
La psicología humanista se centra en la comprensión de las emociones y sentimientos del individuo. Esto permite aumentar el autoconocimiento y reconocimiento del sí mismo. El hecho de desarrollar mayor conocimiento y comprensión de sí mismos y de sus relaciones interpersonales, puede ayudar a los individuos a desarrollar la empatía y mejores habilidades de comunicación, lo que puede conducir a la mejora de las relaciones significativas en la vida de las personas.
Mejora del bienestar
La psicología humanista es un enfoque holístico que tiene en cuenta el bienestar físico, mental y emocional del individuo, esto entendiendo que cada arista conforma un todo, y en el caso del enfoque humanista, como un todo que permite regular el bienestar psicoemocional del individuo. Es por esto que los terapeutas humanistas fomentan en los pacientes, la a exploración de sus sentimientos y el desarrollo del sentido de autoconciencia. Esto permite que las personas logren mayor conocimiento sobre sus experiencias propias, a nivel corporal, así como interpersonales, con un mayor sentido de control sobre sus vidas, conduciendo a un mayor bienestar y a un mayor sentido de la vida.